¡Hola gente enamorada! Hoy os traigo una boda en el Estudio de Ana, el mágico enlace de Raquel, Luis y Gonzalo. Sí, un trío.Ella, ha estado al frente de las bodas de Promenade durante muchos años, convirtiéndose en una experta e influencer del sector, fue para mi todo un honor que pensara en nuestro equipo para su gran día, teniendo en cuenta que conoce a todos los fotógrafos del levante. Eso sí, tenía claro todos los proveedores de su boda, pues me imagino que al igual que yo, habría soñado con este día miles de veces, como cada sábado en cada boda que le tocaba vivir, y ahora por fin sería la suya.
Llegamos a los preparativos, un ambiente relajado y familiar, donde Gonzalo, el hijo de ambos, era el protagonista. Un maquillaje natural, pero potenciando el ojo, de la mano de Cristina del Toro, con una piel luminosa y labios rosas. Me gustó especialmente la manicura en rosa empolvado que le hizo Mercedes Padilla. Para el peinado, vino la ya habitual, Belén García que diseñó una trenza despeinada que completaba este romántico look, y que para el baile se despeinaría para ir con su melena ondulada. Su vestido, un espectacular Cabotine de Gema Nicolás, con pedrería en las mangas y escotazo en la espalda con velo de plumeti. No podía ir más guapa. Un primer tocado rama con motivos floral en porcelana y una corona de plumas para la fiesta, ambos de Cándida Rodrigues. Zapatos rosas, con grandes lazos de Cossy, ramo de novia, de Emy Floristas y su anillo de pedida de Suarez, complementaban el look de Raquel.
De la mano de su padre, y de su hijo, recorría el pasillo de la Iglesia de Espinardo, donde al otro lado un Luis emocionado le esperaba. Vestido de Pedro del Hierro y gemelos Suarez, se daban un cariñoso abrazo al llegar. Unos días antes nos vimos en la barbería de Diego, donde aproveché para animarlo a escribirle unas palabras a su mujer, en la mañana de la boda, que por supuesto a Raquel, le hicieron llorar de felicidad. La banda sonora, la ponían también los músicos de mi boda, Musical Mastia, y el aroma también la floristería de mi boda, Santi. Una ceremonia encantadora, dirigida por don Ramón (un encanto) que cerraron con un emotivo discurso de su prima Patricia. ¡Me encanta cuando en las ceremonias religiosas añaden algo personal fuera del puro ritual cristiano! A la salida, confeti, mucho confeti, de mi amiga Miss Saturday, que tiene los accesorios más bonitos para bodas.
Seguimos la boda en el Estudio de Ana, de la mano de Silvia Hellín, además de una de las mejores wedding planner de la región, una de las mejores amigas de la novia. Así que en esta boda no faltó detalle. Para los novios, lo más importante eran los momentos así que nos basamos mucho en esto, e intentamos cazarlos todos. Durante la fiesta, la novia hizo un intento de tirar el ramo (uno especial para esto), pero acabó regalándolo en dos partes. Otra sorpresa ideal, fue un súper cheque de Amancio Ortega con audio incluido, que le prepararon sus amigas ¡yo quiero esto también! Y me gustó mucho que le diera el ramo de novia a su madre ¡porque las madres se lo merecen todo!
No me quiero extender más, Raquel y Luis, tenéis lo más bonito del mundo con vuestro Gonzalo que es lo más. Mi proyecto de vida se parece mucho al vuestro, así que espero que sigáis caminando de la mano hasta que veáis nacer a vuestros bisnietos. Mil gracias por dejarme capturar todo ese amor, que es mas de verdad que ninguno. Espero que os haya gustado esta boda en el Estudio de Ana, la historia de Raquel, Luis y Gonzalo. Nos vemos en el próximo post y hasta entonces ¡que viva el amor!